Sirvan estas letras para rendir homenaje a un asturiano sin par en su persona y sin igual en su quehacer, que desde algunas semanas de este año  2018 goza de una merecidísima jubilación.

Don Vicente Riesgo Alonso decidió, allá por los albores de la democracia española, partir de sus idílicos paisajes cantábricos con una licenciatura de filosofía y teología bajo el brazo y con su ya mítica gramática alemana, para sumergirse allende de los Pirineos en las ciencias sociales y la filosofía alemana que tanto admiraba. Tras años de estudio y duro trabajo terminaría licenciándose de nuevo, esta vez en sociología, política e historia de la economía en la capital de la entonces Alemania Occidental.

El de Lavio, siempre cercano al mundo migrante, se identificó temprano con la entonces joven Confederación y supo entenderla, como pocos lo han hecho, con el espíritu y el empeño de sus fundadores.

Comprometido y trabajador incansable ha contribuido de forma excepcional durante casi cuatro décadas a través de su labor al servicio de la Confederación a dotar a ésta de la solidez y del prestigio de la que hoy hace gala en toda la comunidad migrante de la República Federal de Alemania.

Este rendimiento no pasó desapercibido por las autoridades alemanas que supieron premiar tan loable tarea con la Cruz del Mérito en Banda de la Orden del Mérito  de la República Federal de Alemania de manos de un representante del por aquel entonces presidente de la República, Joachim Gauck.

Aquí nuestro más profundo agradecimiento por su dedicación, por su saber quehacer y por mostrarnos el camino a seguir, en la actual confusión  política populista, con su ejemplo y su convicción cívica basada en una sociedad abierta al mundo, democrática y tolerante.

Esperamos y deseamos que Don Vicente junto a su encantadora esposa Doña María Luisa disfruten de una jubilación dorada y saludable con la esperanza de seguir disfrutando de su amistad y compañía largos años.