Extracto del tríptico “Hijos inteligentes de padres fuertes”

Un proyecto intercultural para la cualificación de migrantes y multiplicadores para la contribución al éxito escolar y profesional de sus hijos

“Estudios comparativos internacionales como PISA y las estadísticas alemanas demuestran, que las escuelas alemanas, en comparación con otros países europeos, son las que peores resultados obtienen en la integración de los hijos de migrantes. Los hijos de los antiguos “Gastarbeiter” (trabajadores invitados) tienen hoy en día una cuota de bachiller más alta que sus compañeros (alemanes). Un 70 % de los “Alemanes-Españoles” terminan con éxito el bachiller. Sin embargo en 1973 la prensa española anunció “En Alemania el 70 % de los hijos de migrantes no consiguen diploma escolar.”

“La clave del éxito ha sido la auto-organización de las Asociaciones de Padres y la labor formativa de la Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia. Una labor formativa emancipatoria con y para padres migrantes que se basa en el diálogo en igualdad de condiciones “de tú a tú. Un concepto transferible y un camino hacia el futuro de los hijos”

Vicente Riesgo Alonso
Vicente Riesgo Alonso

“Detrás del éxito escolar de los hijos se encuentran padres comprometidos, que sirven como ejemplo. Padres que piensan positivamente y que persiguen una meta concreta. Sus hijos deben tener una vida mejor. Los hijos (de los migrantes) deben alcanzar una calidad de vida mejor que la que tuvieron sus padres.”

El proyecto “Elternbrücke” (Puente de Padres) se empezó intencionadamente con el trabajo con mujeres. Es de destacar la rapidez con la que a las mujeres les quedó claro que se tendría que incluir a los hombres en dicho proyecto. No obstante, al oír acerca de las numerosas actividades de las mujeres, algunos maridos exigieron iniciar ellos mismos una actividad semejante. Así nació la idea del grupo de padres.

Extracto del tríptico “Puente de Padres”

“En el marco de nuestro trabajo de proyectos quedó perfectamente claro la necesidad de realizar un amplio trabajo coordinado y estructurado con padres. Por una parte, para posibilitar a los hombres de las anteriormente mencionadas comunidades cuestionar los modelos tradicionales de roles y, dado el caso, cambiarlos sin entrar en conflicto con su cultura de origen y religión, para el bien de sus familias y naturalmente su propio bien. Por otra parte, para apoyar a las mujeres que también han escogido el mismo trayecto y fomentar su “emancipación”. En definitiva sólo el camino común con madres y padres posibilita la propia integración así como la integración de sus hijos en esta sociedad.”