Extracto de la fuente original „Nosotros: Lo que somos y hacemos” Bonn, noviembre 1979

Los orígenes de las Asociaciones Españolas de Padres de Familia en la República Federal de Alemania, su importancia y sus funciones sólo pueden entenderse en el contexto de la situación general de los trabajadores extranjeros en la RFA, y en este contexto hacemos referecia especial a los emigrantes procedentes de España.

País de orígen: España

Aunque la emigración ha sido una de las características de la historia española desde el descubrimiento de América por Colón, la emigración de los españoles hacia otros países de Europa comenzó a principios de los años sesenta. Esto no se ha debido ni a una coincidencia ni un afán de aventura de los españoles, sino que fue el resultado de ciertas condiciones socio-políticas y económicas. A fines de los años 50, el gobierno español adoptó un programa para industrializar el país, un «plan de estabilización» destinado a equilibrar la balanza de pagos negativa – en esta época las importaciones superaron a las exportaciones – e impulsar la industrialización del país.

El comienzo de la emigración en masa de trabajadores estaba incluido en los cálculos hechos al diseñar este programa. Esta emigración permitió ahorrar para poder invertir en el desarrollo de una infraestructura necesaria, por ejemplo, para el fomento del turismo. Al mismo tiempo, esta medida aseguró los ingresos necesarios para el desarrollo del país. Así, al mismo tiempo, se redujo el riesgo de que una inestabilidad nacional pudiese perpetuarse , fefiriéndose especialmente al desempleo generalizado en las zonas más pobres del país (Andalucía y Galicia) y la insatisfacción de los trabajadores debido a la congelación de sueldos y salarios.

Así se inició ya el el año 1959 una migración nacional interna masiva de la población rural hacia las ciudades en las que se había instalado la industria y, al mismo tiempo, delas zonas rurales y las ciudades hacia los países de la Comunidad Europea. España, en esta época, se encontraba gobernada por un régimen dictatorial, el 1.8% de los propietarios poseía el 50% de la tierra y seis grandes bancos controlaban el 50% del capital total de todas las sociedades anónimas. Las víctimas de esta oligarquía política y económica se convirtieron así en pilares del «milagro económico español». Esta situación en España coincidió con el auge de la economía europea.

ALEMANIA, el país de acogida

La contratación de trabajadores extranjeros se convirtió en una necesidad para el mantenimiento y la expansión de la economía alemana desde principios de los años sesenta. Las causas fueron: una estructura desfavorable de la población alemana debido al descenso de la tasa de natalidad, la larga formación profesional de la fuerza laboral propia y que los empleos calificados estaban cubiertos por trabajadores alemanes. Con la llegada de la fuerza laboral extranjera, estos puestos vacantes se podían cubrir de inmediato por trabajadores extranjeros no calificados o calificados. La sociedad alemana se ahorró el tener que financiar el costo de la educación y la formación de los trabajadores. Además, los trabajadores extrajeros se podían mantener en una continua movilidad laboral. Se podían usar según las necesidades de la industria en diferentes lugares y en diferentes ramas. Con esto se aseguraba el aprovechamiento de la capacidad total en la producción.

Comenzaba la inmigración masiva de trabajadores extranjeros. En 1961 había 548.000 trabajadores extranjeros en la RFA, de los cuales 61.800 eran españoles. La inmigración llegó a su punto álgido en 1973 con 2.595.000 trabajadores, de ellos, 190.000 españoles.

La manera en que se trata el empleo extranjero, solo desde el punto de vista político y del mercado laboral queda reflejada en la ley de extranjería de abril de 1965. Esta ley de extranjería pone a los trabajadores invitados en la situación de potencial trabajador disponible en todo momento, que podía ser manipulado a voluntad de acuerdo con los intereses de la RFA. Esta disponibilidad dio lugar a una incertidumbre existencial entre los trabajadores extranjeros.

La difícil situación de la FAMILIA EXTRANJERA.

A principios de los años sesenta, la mayoría de los que llegaron a Alemania eran hombres solteros y hombres jóvenes casados, seguidos después por las mujeres y luego los niños. El mercado inmobiliario en Alemania era extremadamente difícil. La reconstrucción de las ciudades destruidas en la guerra no avanzó a la par con las necesidades de vivienda de la población alemana. Las viviendas nuevas construidas en áreas céntricas de las ciudades tenían alquileres muy altos . Así, se habilitaron garajes, talleres, sótanos y almacenes, barracas, etc., convirtiéndolos en refugios temporales de emergencia para albergar a los trabajadores extranjeros y sus familias,

En lo referente a los jardines de infancia la situación no fue mejor. Los años del “baby boom” de posguerra desbordaron las plazas libres de los jardines de infancia y guarderías ya existentes. Las largas listas de inscripcion, la falta de instalaciones, sobre todo, la falta de información, provocaron una situación que llevó a que los niños extranjeros no asistiesen a los jardines de infancia. Los más afectados fueron los niños en edad escolar.

Los Ministerios de Cultura se dieron cuenta tarde de este problema y se consideró un problema temporal que no estaba dentro de sus competencias. Aparte de eso, no había un concepto de educación escolar con miras a la integración de niños extranjeros en el sistema escolar alemán. Hasta finales de los años sesenta se arreglaba con soluciones más o menos provisionales. Este problema pasó igualmente desapercibido por parte de las autoridades españolas. El sistema escolar, que ya cojeaba en España, llevó a una desatención aún mayor de la escolarización de los emigrantes españoles al extranjero. Además no hubo un acuerdo entre España y Alemania con el fin de aclarar competencias.

Ante tal miserable situación escolar para los niños españoles, los padres se sintieron obligados a ocuparse ellos mismos del problema de la escolarización de sus hijos.

Los padres se organizan

Para corregir este desarrollo equivocado, los padres comenzaron a reunirse para lograr soluciones duraderas para sus hijos. Los temas centrales de las deliberaciones de estos padres fueron cuestiones relacionadas con el transporte de los niños a las escuelas, el mantenimiento de su propia cultura, las dificultades que encuentran los niños y los padres con el sistema escolar alemán, las cuestiones referentes a la idoneidad de las diversas ofertas escolares, etc. Al principio se reunieron las juntas de padres con el fin de dedicarse a estas tareas. Poco a poco, empezaron a fundar asociaciones de padres. Así surgieron las primeras asociaciones de padres españoles a finales de los años sesenta. Este desarrollo continuó en la década de los 70, y hoy en día apenas existe una colonia española que no tenga una junta o una asociación de padres. El objetivo principal de estas asociaciones está anclado en sus propios estatutos: «La solución a los problemas de educación y escolarización de los niños españoles, la mejora de las oportunidades educativas y temas similares». Otros objetivos son la preservación de la propia cultura y la educación de padres.

Necesidad de una organización de padres / progenitores a nivel federal

Al organizarse los padres a nivel local, pronto descubrieron que el problema de educar a sus hijos no era un problema local sino nacional. Así nació a principios de la década de los 70 la idea de intercambio y coordinación de las diferentes asociaciones que existían en muchas comunidades. Después de una conferencia de Luis Zabalegui, el Asesor responsable de escuelas y educación de adultos de la Misión Católica Española en la RFA con sede en Bonn a esta época, se discutió y se concretizó en una asamblea en Wiesbaden en mayo de 1973, la idea de fundar una organización de padres a escala nacional. El Sr. Zabalegui asumió la tarea de informarse en las siguientes semanas en otras asociaciones locales acerca de la opinión general para establecer de una organización a nivel nacional.

Un mes más tarde, el Sr. Zabalegui pudo informarles a los padres en Wiesbaden de la amplia respuesta que esta idea había encontrado en las asociaciones de padres en otros lugares. Se fijó el 10 y el 11 de noviembre de 1973 como la fecha para la primera reunión de delegados de las asociaciones de padres. 24 de los aproximadamente 35 grupos de padres aceptaron la invitación. Así se fundó la Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia en la R.F. de Alemania. Se encargó a una junta directiva provisional la preparación de una segunda asamblea general, en la que los estatutos de la nueva organización deberían ser adoptados y la junta definitiva sería elegida. Así se formaron cuatro comités: comité de información, comité de escuelas, comité de formación de padres y comité de juventud. Ellos se encargaron de preparar un documento de trabajo para la próxima Asamblea General.

La 2ª Asamblea General se celebró el 25/26 mayo de 1974. Más de 30 de los 50 asociaciones invitados estuvieron representados por una delegación. Los estatutos fueron aprobados y una junta fue elegida por dos años. Las asociaciones de padres se califican a sí mismas como una asociación democrática e independiente cuyo objetivo es contribuir a mejorar la situación educativa de los niños y adolescentes españoles en Alemania promoviendo la educación continua de los padres y teniendo como objetivo una estrecha colaboración con las autoridades competentes de Alemania y España (§ 1-2 de los estatutos aprobados en Münster 1974)

La Junta Directiva consta en:

  • Presidente
  • Vicepresidente
  • Secretario
  • Tesorero

y todos los Presidentes de los Comités:

  • Análisis de la situación
  • Escuela
  • Juventud
  • Información
  • Educación de adultos
  • Posición de la mujer

La Asamblea General de las asociaciones es la máxima autoridad de las asociaciones. Se reúne una vez al año para celebrar su Asamblea ordinaria para determinar la política de la Confederación.

El objetivo primordial de la Confederación, esto es, la mejora de la situación escolar de los niños españoles, se complementó en las seis asambleas generales ya celebradas. Hoy en día, la Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia se ocupa de todos los asuntos relacionados con las familias españolas residentes en Alemania. Su política familiar se espicificó más en detalle en particular en las dos últimas asambleas generales celebradas en Colonia en mayo de 1977 y en Frankfurt del Meno-Höchst en mayo de 1978.

Política Escolar y Educativa

La Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia ve la integración de los niños españoles en el sistema escolar alemán como un paso imprenscindible. Aboga por la integración de los niños extranjeros ya desde el jardín de infancia. Es absolutamente necesario adaptar el horario de apertura de las instituciones preescolares a las necesidades profesionales de los padres, dado que, por regla general, ambos padres trabajan. Se estima necesario, del mismo modo, la contratación de personal cualificado que también debe conocer el idioma y la mentalidad de los países de emigración. Es absolutamente necesario involucrar a los padres y que tengan una información adecuada. La Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia rechaza rotundamente las clases nacionales, como el llamado “Modelo Bávaro”. Los padres están a favor del sistema escolar de educación secundaria mixta “Gesamtschule” porque esperan que tenga un efecto positivo en el niño extranjero. Además exigen ayuda en los deberes escolares y clases de refuerzo escolar para sus hijos, particularmente en lo referente al aprendizaje del alemán. Destacan la necesidad de incluir el idioma español como otro idioma extranjero en las escuelas alemanas. Consideran necesaria la reducción del número de alumnos por clase en las escuelas con niños extranjeros.

Para no poner en peligro el futuro de los niños, las escuelas deben tener en cuenta, al calificar el rendimeinto escolar en cuanto al idioma alemán, de que son niños extranjeros. Finalmente, los padres desean una mejor convivencia de niños españoles con alemanes e hijos de otras nacionalidades. Esto requiere un gran esfuerzo por parte de la escuela para familiarizar a los niños con las culturas, formas de vida y costumbres de los diferentes países de origen. Para preservar la cultura y el idioma de los padres, los padres requieren clases adicionales de español para sus hijos. Para garantizar un mínimo de cultura e idioma españoles, exigen que a cada niño español se le ofrezca un número suficiente de clases de español. Esto no se puede lograr en medida suficiente sin la cooperación de las autoridades españolas y alemanas, por un lado, y los maestros y los padres, por el otro. Además, el Estado español tendría que tomar medidas extraordinarias durante las vacaciones escolares para remediar las deficiencias en su propia cultura. Tales medidas podrían consistir, por ejemplo, en reuniones de niños y jóvenes, campamentos para jóvenes, semanas de estudios, etc. durante las vacaciones.